El matrimonio de mi prima

Estando tan cerca y habiendo un matrimonio de la familia por esos días no podía dejar de ir.




Nunca había ido a un matrimonio judío. Me gustó mucho.


No es que sea muy distinto de los demás, pero me gustó la ceremonia porque es alegre, porque involucra a toda la familia de una forma más evidente y los hace cómplices desde el principio -no sé si hasta el final-, porque se ven muy bonitos los novios rodeados de la familia y cubiertos por una capa sostenida por todos, porque se canta bastante ... y finalmente, no sería honesto no decirlo, tal vez también me gustó porque uno no entiende nada de lo que dicen (no me gusta cuando uno sale regañado por el cura ... sin ánimo de ofender a nadie).




Los novios y yo.




Ya no me acuerdo si esto de subir a los novios y a los miembros de la familia en una silla y darles vueltas por todo el salón es una costumbre judía o uruguaya; pero también me gustó (ya si me tocara a mi no sé si me gustaría; la verdad, me puso un poco nerviosa).




Lo demás, lo de siempre: una buena rumba. Con un detalle: accesorios brasileros.