Lanas Argentinas y yo: Una relación tormentosa
Los que han leído muy, muy atentamente el blog estaban esperando esta entrada.
Ya la mayoría conocen la historia del saco de mi hermano que mi mamá le había comprado en Buenos Aires y yo perdí en Bogotá, el casi colapso nervioso que sufrí por no encontrar otro igual, y el argentino, amigo de un amigo, que muy amablamente me lo compró en envió.
El argentino, es Diego, el amigo de Andrés Podlesky que me ha llevado a concer los mejores restaurantes de Buenos Aires y con quien he paso muy buenos ratos.
Así que como dicen por ahí no hay mal que por bien no venga.
Después de semejante historia con el famoso saco argentino, no podía dejar de ir a vistar este alamacén.
Bueno, pues pasó que entre sacos y más sacos -es hagan de cuenta un almacén de sacos en pleno Chapinero-, me quité las gafas para medirme un buso, Maria, suponemos, las puso sobre el mostrador y, suponemos, alguien aprovechó el desorden, no pudo aguantar la tentación de llevarse esos lentes taaan bonitos y yo, entré en pataleta y profunda tristesa
Y a continuación, la última foto con mis gafas!!
Como se imaginarán esto fue hace rato, fue la primera y única gran pérdida del paseo -hasta el momento- y por lo tanto el duelo ya pasó. Y yo, sigo disfrutando ... aunque sin "mis gafas preferidas".
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